La voz de alarma está sonando en
muchos lugares continuamente, ya que la noticia se hace presente por la alta incidencia
de los casos terribles que están conmocionando el mundo en que vivimos hoy día.
Desde un punto de la tierra hasta el otro, la tierra está padeciendo dolores
por lo que sucede en nuestros días. La violencia no se detiene, y los medios lo
que ocurre en cada esquina de este planeta tierra. Cada día estamos recibiendo
noticias espeluznantes tales como: crímenes suicidios por diferentes razones,
asaltos, pecado de incesto, ultrajes, venta de niños, catástrofes naturales,
guerras, rumores de guerra, pornografía, prostitución, homosexualismo, trafico
de drogas etc. noticias que nos están poniendo a pensar y que conmueven el
corazón aun de los más fuertes. Nos resta preguntarnos ¿Qué será de aquí a unos cuantos años más?
¿Qué será de esta humanidad que le ha dado la espalda a Dios, y se han
inventado caminos diversos que no son el correcto? ¿Cuántas sectas, herejías y religiones
seguirán apareciendo haciéndoles creer al hombre que en eso está la esperanza?
En medio de todas estas noticias que no se pueden ignorar, pienso que lo que
aturde mucho más es preguntarse lo siguiente: ¿Qué papel está desempeñando la
iglesia en nuestros días? ¿Que seguirá ocurriendo con la iglesia que
fue llamada para ser ejemplo y ser diferente en este mundo y infiel y
pecador? ¿Qué será de la iglesia llamada
a ser santa, que se ha echado tras sus espaldas la sana doctrina y vuelto a
edificar las cosas que Dios había destruido?
Hoy hace noticia
no por lo que debería ser, sino por sus escándalos, cambios liberales, mundanos
y apostatas en este pleno siglo XXI. Hoy
en día la iglesia no está llamando la atención del
mundo, sino que el mundo se
ha metido dentro da la iglesia y controla y manipula los hombres que una vez
fueron llamados a denunciar el pecado y toda la maldad. Hombres que fueron
llamados a revolucionar el mundo con el poder de la poderosa palabra de Dios,
la cual transforma al hombre y lo lleva a la santidad de Dios sin la cual nadie
lo verá. Hoy el mundo hace noticia burlándose del proceder de una iglesia que
se ha revelado con la única y santa revelación de dios, la cual el nos dejo
para que sigamos tras sus pidas. Satanás se ha introducido sagazmente en la iglesia, y la ha ridiculizado y contaminado. Hoy la
mayoría de las congregaciones están llamando la atención del mundo porque se
parecen a ellos y no porque actúan diferentes y no viven como ellos. La iglesia
ha adoptado las costumbres y el estilo de vida de los mundanos e impíos, y esto
ha provocado a nausea al Dios de los cielos. ¿Donde está la manifestación de la
iglesia? ¿Qué ha sucedido con el ejemplo que debe de proyectar y el carácter
santo que debería transmitir a un mundo que lo único que busca es hundirse más
en sus delitos y pecados? ¿Qué ha
sucedido con los pastores, profetas y maestros, los cuales en otro tiempo no
estaban comprometidos con nadie sino tan solo con Dios y su palabra y los
cuales se dejaban guiar y controlar por el espíritu santo de Dios? Conociendo
que la palabra de Dios es una sola, hoy los hombres quieren justificar sus
acciones y su manera de vivir para Dios, haciéndonos creer que han recibido una
nueva revelación, y pensando que Dios, que abominaba el pecado y la
profanación, hoy día acepta la mundanidad dentro del pueblo. Estos hombres se
han estado burlando de la humanidad pero no de Dios. Todavía existe una iglesia
como en todos los tiempos que no ha doblado sus rodillas a los Baales y la
apostasía de este siglo, sino que continúa creyendo y contendiendo por la única
revelación que se ha recibido de dios, y por la cual los hombres serán
juzgados. La inmoralidad se ha metido a la iglesia que ha perdido el temor a
dios y los hombres inmorales continúan arrastrando a multitudes tras sus falsas
enseñanzas. La depravación y la perversidad que se ha metido dentro de muchas
congragaciones. Ministerios y los concilios, no hay quien la detenga. Hoy los
concilios y pastores no saben que más aceptar y meter dentro de la iglesia
aunque se ofenda a Dios, por retener almas que no quieren renunciar al maldito
pecado. Los hombres han aborrecido la palabra por imaginaciones y cuentos de
los hombres perversos y vanagloriosos. Así mismo como el diablo se rebelo
contra la santidad de Dios y enredo a muchos ángeles con sus mentiras, hoy se
ríe y se sienta en los altares y controla concilios y ministerios enteros, y
los hombres ciegos controlados por un espíritu de error, no pueden discernir
absolutamente nada. Una iglesia que haga la diferencia y que con mucha dignidad
demuestre en todo su aspecto que son creyentes. Hoy día la iglesia le está
huyendo a las críticas, a las amenazas, al reto que le está haciendo el mundo
con sus falsas esperanzas. Le estamos
huyendo a la persecución; por lo que hoy muchos valientes han caído y se
están rindiendo ante las enseñanzas y
doctrinas liberales, por no hacerle frente al Goliat y la Jezabel de
este siglo XXI. Muchos se congregan para adorar a Dios, mas Dios está lejos de
ellos, debido a que Dios no se complace de la injusticia, y muchos menos de los
que con conocimiento se han rebelado contra Dios y su palabra. Hay mucho
blasfemo en nuestros días, que no se
avergüenzan el haber hablado la palabra de Dios tal y como está escrita y hoy
la tuercen a su antojo para satisfacer su orgullo y vanagloria. Ellos dicen
haber recibido una nueva revelación, confesando supuestamente ellos haber
estado en la ignorancia o confundidos, como si Dios vacilara con su palabra.
Dios no es Dios de turbación. Lo que exige desde el principio está todavía vigente, aunque muchos continúen cambiando por
las supuestas revelaciones que están recibiendo. La iglesia ha ido
transformándose conforme va cambiando la ciencia y la tecnología; pero Dios
aborrece a los transgresores y a los que le quitan el verdadero sentir de Dios
tocante a su palabra.
La iglesia también se ha
dejado amedrentar por los hombres que se hacen llamar de Dios, pero son
inicuos, impíos, apostatas y burladores de Dios, de su palabra y de la
santidad. Para esto no hay que buscar una respuesta en el mundo, sino en la
palabra de Dios que nos dice que estamos en los postreros días, donde habría
hombres amadores de sí mismos, vanagloriosos, mentirosos y blasfemos. La
palabra de Dios dice que Cristo no vendría sin que antes se manifieste la
apostasía y el hijo de pecado. Hoy estamos experimentando una de la apostasía
más asquerosa de todos los tiempos. La iglesia se ha casado con el mundo, y hoy
es Jezabel, la que ensena, profetiza y seduce dentro de las congregaciones. Hoy
no hay palabra de Dios en los altares, sino puro entretenimiento y juegos con
las emociones de la gente, que no quieren cambiar su estilo de vida pecaminoso
y carnal. Las predicaciones y enseñanzas de los supuestos hombres de Dios no
estorban el pecado sino que les permite seguir viviendo en su pecado de
adulterio, fornicación, mentiras, fraudes, y cuanta lascivia y pecado puedan
cometer los hombres, como si Dios aprobase todas estas clases de iniquidades.
Hoy la humanidad se siente tranquila al escuchar los predicadores
vanagloriosos, avaros y lucrativos, porque no les señalan su triste condición
pecaminosa. Hoy se perdido la palabra que transforma, cambia y liberta a la
humanidad, por la fama, el dinero la pleitesía, y posiciones ministeriales.conciertos y videos de los supuestos hombres y mujeres que cantan ni que
para Dios, se vean los movimientos más asquerosos como lo hiciera cualquier
hombre que no teme a dios. Es lamentable como estos hombres se comportan y
participan en eventos mundanos y aprueban todo lo que los cantantes mundanos
hacen, y no se les dice que se arrepientan. Cristo era amigo de pecadores, pero
no había pecador que se sintiera tranquilo en su pecado, porque él se lo
denunciaba, y tenían que arrepentirse, o salir huyendo. Hoy se quiere
congraciarse con todo el mundo y hasta ser partícipe de sus pecados. La gran
devoradora que no es otra cosa que la apostasía, está llevando a la juventud y
a muchos viejos que debiendo ser maestros, y ejemplos de cómo se debe vivir para
Dios, los está conduciendo a la misma condenación eterna. Si la palabra de Dios
no motiva a nadie a buscar a Dios y arrepentirse de todo corazón aceptando la
palabra tal y como está escrita, sin tergiversaría, no creo y estoy seguro, que
ninguna otra payasada que se inventen los ecuménicos, apostas, rebeldes,
profanos y mentirosos de este siglo, podrán cambiar el estilo de vida del
hombre. “si eres cristiano que se te note.” Somos cartas abiertas a un mundo
que está viendo nuestro conducir. Hoy todo se acepta como de Dios y no se
quiere hacer diferencia entre lo limpio, y lo sucio, entre lo profano, y lo
santo. Hoy se ha querido mezclar lo del diablo con lo de Dios, la luz con las
tinieblas y lo que es santo con lo impuro. Y no hay quien lo saque de muchos
lugares donde reina la mundanalidad y el liberalismo. Muchos han colado el
mosquito y tragado el camello.
Hoy no hay
siervos de Dios, sino doctores, apóstoles, licenciados y cuanta basura de
títulos se han invitado los hombres para sentirse grandes y poderosos y no
hombres y mujeres que engrandezcan a Dios, glorifiquen a Dios y representen a
Dios como es debido. Hoy todo el mundo quiere ser grande. Cristo se despojo de
todo lo que tenia y vino a esta tierra a servir no ha ser servido. La biblia
dice que el que quiera ser grande, sea nuestro servidor. Los hombres solo se
han querido enriquecer, como lo quiso hacer Satanás deseando ocupar el lugar de
Dios, a base de mentiras y engaños más fueron desechados para siempre como
ocurrirá con muchos hombres y mujeres en este siglo. Dios los vomitara de su
boca, a estos que solo producen nausea y peste ante la presencia de Dios. Dios
está buscando, hombres y mujeres que se comprometan con Dios y su palabra, que
amen la santidad y que le representen con dignidad en esta tierra llena de
violencia y de hombres mentirosos que le han mentido a la iglesia y que con
astucia le han dado otro significado a las santas escrituras. Dios está
buscando hombres y mujeres de integridad, verticales, que también ante la
palabra de Dios, que no titubeen ni vacilen
con la palabra, que le hablen la verdad a una humanidad que se pierde en
su ignorancia, terquedad y rebeldía. Dios está buscando atalayas, profetas,
maestros y pastores que no sean payasos, ni títeres del diablo, sino que
obedezcan a Dios y se dejen guiar por él, y no por su razonamiento, ni por
otros espíritus. No podemos seguir conformándonos con cualquiera que se
identifique con Cristo y que no enseñen ni sea un verdadero ejemplo o que no
haya sido transformada por el poder de
la palabra .hoy le hemos dicho bienvenido a cualquiera, y hemos recibido la
enseñanza venenosa del diablo que ha contaminado congregaciones enteras, permitiendo
que la langosta, continúe devorando el fundamento bíblico con mucha astucia.
Podemos notar que aun el mensaje que se transmite por la radio y la T.V. no es
el mismo que hacen unos años atrás, donde la palabra de Dios fluía con poder,
el pecado era denunciado y los hombres y mujeres se dejaban utilizar por Dios,
y hablaban la palabra de Dios con abundancia y autoridad. Lamentablemente en
nuestros días, lo que se oye es maratones, anuncios de sus patrocinadores,
chistes, programas de temas psicólogos y cuanta cosa se han inventado los
hombres y la palabra de Dios escasea o simplemente ni se menciona. Hoy quieren
dar mucha conferencia, utilizando la psicología del hombre y no el consejo de
Dios. Se quiere tratar con el pecado como si fuese cualquier cosa, y no como el
causante de que haya separación entre el hombre y Dios. Hoy se quiere
entretener la gente con mucha mentira, juegos y actividades de todo tipo, y no
que escuchen la palabra de Dios la cual producirá cambios en los altares. Es
bochornoso ver como en los
SUENA LA TROMPETA! ESCUCHEN O DEJEN DE ESCUCHAR!
CRISTO VIENE.
La iglesia
tiene que volver a las sendas antiguas, a hablar la verdad de Dios, sin temor,
con toda autoridad. Es necesario volver a estremecer los residenciales públicos
y las plazas. Que se escuche decir “ay vienen los aleluyas, los
pentecostales, los que son diferentes.” Que se vuelva a predicar y dejar que los
dones de Dios sean manifiesto, que se conmueva el gobierno, las ciudades, las
islas y naciones enteras. Que se levante un avivamiento de palabra de Dios, y
no de espectáculos, y conciertos mundanos, ni mucho menos de predicadores
mundanos, huecos y vacios de Dios. Que fluya la palabra de Dios como antes
sucedía. Para esto se necesitan hombres y mujeres que teman y se llenen de
valor y no le cojan miedo a los rebeldes, a los supuestos hombres grandes que
quieren intimidar al pueblo de Dios y mucho menos detenernos anote los perros y
cerdos mundanos y apostatas de este siglo XXI.
Muchos creen que por lo que hicieron y como Vivian en otro tiempo van
hacer justificado, estando hoy hundidos en una condición pecaminosa precaria;
pero esto es del que persevere hasta el fin, en humillación y en la santidad
que dios demanda. Hoy se le quiere dar mucho significado, y diversidad de
interpretación a la santidad, pero esto es lo más sencillo, sed santo; sin
santidad nadie vera al señor. Y todo vuestro ser, alma, cuerpo y espíritu, sean
guardado irreprensiblemente hasta la venida de nuestro señor Jesucristo. Y todo aquel que
tiene esta esperanza se purifica, así mismo; así como el se puro. No hay excusa para seguir buscando raíz
cuadrada a la santidad. Si quieres seguir ensuciándote, continua haciéndolo,
pero la iglesia que quiera estar con Cristo por siempre se SANTIFICA, porque
esto es voluntad de Dios, NUESTRA SANTIFICACION.
Escuchen o dejen de escuchar; la
advertencia de Dios ya está en tu corazón. Pues desde mucho tiempo Dios ha hablado,
pero su pueblo continúa rindiendo culto
a Dios, y no saben que Dios abomina la adoración y el culto de una humanidad
que no se ha rendido a su palabra con sus demandas y exigencias. Israel tuvo
esta experiencia, adoraban a Dios con sus labios, llagaban al lugar de
adoración, pero su corazón estaba lejos de Dios. Un corazón que está en las
manos de Dios, hace como Dios quiere y establece en su palabra y no conforme a
su entenebrecido razonamiento, que se encuentra vacio y lleno de tinieblas. O
SOMOS DE DIOS O SOMOS DEL DIABLO.
Iglesia de Cristo, que ama la santidad y la palabra de Dios, no estás
solo esta batalla. José. Venció Egipto; Daniel, venció en Babilonia; Jeremías,
Elías, y los profetas vencieron y vivieron para Dios, aun cuando Israel
continuaba en sus malos caminos. La iglesia de hoy puede vencer de igual
manera. Tan solo honremos a Dios, y permanezcamos orando y perseverando. Cristo esta a las puertas.